Por Ana Sastre Quemada
El día 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer para visibilizar que desde hace mucho tiempo existe una desigualdad de trabajo, salarios, y derechos entre mujeres y hombres en nuestras sociedades.
La necesidad de que exista este día nace a finales del siglo XIX, después de la Revolución Industrial que transformó la economía y la forma de trabajar. El gran problema era que, aunque muchas mujeres trabajaban, no existía ninguna ley que las protegiera y muchas de ellas eran explotadas.
El 8 de marzo del año 1857, mujeres que trabajaban en la industria textil organizaron una huelga para que existieran salarios más justos y condiciones laborales dignas. Fueron arrestadas por la policía, aunque dio lugar a que dos años más tarde se creara el primer sindicato para pelear por los derechos de las mujeres.
51 años más tarde, el 8 de marzo de 1908, se reunieron 15.000 mujeres en las calles de Nueva York para exigir un trabajo digno: mayor salario, menos horas de trabajo, derecho al voto y que se prohibiera el trabajo infantil.
¿Dónde comenzó el día internacional de la mujer?
No fue hasta el año 1910, en Copenhague, Dinamarca, donde se celebró una conferencia internacional, participaron más de 17 países y, a partir de entonces, cada 8 de marzo se celebra este día.
Como hemos podido ver en las Naciones Unidas y en la UNESCO el lema de este año es “igualdad de género hoy para un mañana sostenible”.
Tenemos muy claro que este día lo celebramos, para que no exista desigualdad, para que puedas llegar lo más alto que puedas y quieras. Sin trabas, sin complejos. Que seas libre, que seas importante y que consigas todo aquello que te propongas.