niña con cartel que dice earth day

Por Ana Sastre Quemada

El 22 de abril celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra, y queremos ponernos un poco serios ya que hemos encontrado que las Naciones Unidas ha creado un informe donde habla sobre la necesidad de cuidar nuestra Madre Tierra que dice: “hacer las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar la triple emergencia del clima, la biodiversidad y la contaminación”.

Y no podemos estar más de acuerdo. Al igual que tenemos que cuidarnos nosotros, nuestro cuerpo, nuestra mente… también debemos cuidar aquello que nos sostiene: el planeta Tierra.

manos de niños con el mundo y una mariposa

¿Por qué debemos cuidar la tierra?

Hemos llegado a un punto muy crítico, ya que cada año se pierde más o menos unas 10 millones de hectáreas de bosques y cerca de un millón de especies de animales y plantas se encuentran en peligro de extinción. Son datos muy tristes y debemos intentar hacer todo lo que está en nuestras manos para cambiarlos.

Este día lo celebramos desde el año 1970, donde en Estados Unidos se hizo la primera convocatoria donde se juntó a 20 millones de personas para celebrar el Día de la Tierra. Desde entonces, se celebra cada 22 de abril.

Esta convocatoria tenía como finalidad ver que el medioambiente estaba sufriendo y que la gente se preocupaba por ello, ya que mucha gente se empezaba a dar cuenta de lo complicado que era ir a dar un paseo y no encontrar contaminación.

Esto también lo pudimos descubrir cuando investigamos el plástico que tienen nuestros océanos para nuestra bookazine de Océanos por el Mundo.

manos con basura en una playa
Manos mostrando la basura en la playa

Creemos que este día es importante, ya que nos ayuda a empatizar con la Madre Tierra, a querer cuidarla y sobre todo, a que pueda ir a mejor con pequeñas acciones que podemos hacer en nuestro día a día. Reciclar, usar menos plásticos, ir caminando en vez de en coche, etc., son algunas de las acciones.

niño con basurero para reciclar
Reducir, reusar, reciclar

Además, ¿no sería maravilloso que las futuras generaciones puedan vivir y conocer lo que nosotros conocemos?