Por: Ana Sastre Quemada
¿Os acordáis cuando hace unos días hablábamos de películas navideñas que podíais ver estos días? Pues hemos decidido que teníamos que volver, pero esta vez con una lista un poco más movida: los mejores villancicos navideños.
No sabemos si estáis preparados para esto. Llevamos escuchando estas canciones desde hace años, y son las típicas que escuchas una vez en Navidad, y no eres capaz de quitártela de la cabeza en todo el día; para bien, y para mal.
Lo que parece la canción del momento, acaba siendo una melodía que no para de repetirse una y otra vez, pero que… consigue que todo el mundo que está alrededor tuyo la cante contigo. Y qué mejor manera para estos días que estamos en familia y podemos coger cualquier elemento de la sala y acompañar la canción con un ritmo.
- Blanca Navidad: un clásico entre los clásicos. Es imposible no escuchar a algún coro de colegio en la función de Navidad. No todos saben entonarla, pero una vez que alguien la canta bonito, te emociona.
- Noche de paz: típica de nochebuena, en mi casa la cantábamos siempre cuando éramos pequeños. ¡Qué recuerdos!
- Mi burrito sabanero: imposible no cantarla si escuchas la melodía. Es tan fácil y repetitivo, que puedes estar todo el día cantándola.
- Ya vienen los Reyes: se canta el día 5 de enero, cuando van a venir los Reyes Magos de Oriente.
- Los peces en el río: y beben, y beben, y vuelven a beber. Los peces en el río es de las más conocidas y más fáciles de cantar. Siempre acompañada de una pandereta. ¡Todos nos la conocemos!
- Arre borriquito: Tienen un estribillo súper sencillo y repetitivo, por lo que la hace fácil de aprender.
- Hacia Belén va una burra: creo que era necesario poner un villancico difícil. ¡Este lo es! Poca gente es capaz de cantarlo lento y palabra por palabra. Hay que coger carrerilla para conseguirlo.
- All I want for Christmas is you: No podemos no hablar de esta canción de Mariah Carey que año tras año suena en nuestra cabeza una vez que termina Halloween.
Esperamos que os haya gustado nuestra selección de villancicos de Navidad. Ahora solo falta que os lo aprendáis y que pidáis el aguinaldo (dinero que te dan por cantar) vuestros familiares. ¡Que suenen las panderetas!